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Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

AYAMONTE EN EL RECUERDO. 25. La Casa del Niño

AYAMONTE EN EL RECUERDO. 25. La Casa del Niño

Hace ya muchos años hubo en Ayamoante un cura que cogió el Evangelio por las solapas, lo sacudió y se quedó en las manos con una sola página, aquella en la que se podía leer: lo que hagáis con uno de estos pequeños, conmigo lo hacéis.

Sotana arremangada, pico y pala en ristre, se puso a la tarea de levantar, desde la más absoluta insuficiencia económica una casa grande donde acoger a los niños hambrientos. Y como no podía ser de otra manera, bautizó aquel enorme caserón de la única manera posible: la Casa del Niño.

Acompañado de un ejemplar equipo de mujeres desinteresadas, encendió cerillas y puso a calentar unas enormes ollas y en ellas echó garbanzos, lentejas, arroz. Y la Casa del Niño empezó a oler a comida caliente, transformándose en un enorme comedor para niños pobres. Y, al par de los garbanzos, el queso americano y la leche en polvo completaban aquel menú tan necesario que rozaba lo imprescindible. En cada hogar pobre, es decir, en la mayoría, emnpezó a sentirse la tranquilidad de que al menos los niños estaban alimentados.

Aquel cura, cuentan las crónicas orales urbanas, fue desfenestrado por aquellos que, de misa diaria, ejercicios espirituales y demás monsergas prestablecidas como condición sine quanon para ser buenos cristianos, se sentían incómodos con su presencia, con aquel ejercicio de caridad que ponía en entredicho su hipocresía de cristianos de doble vida, aquella del a Dios rezando y con el mazo dando. No es la primera vez, ni será la última, que un sacerdote auténtico sufra el exilio con el beneplácito de la Autoridad eclesíastica, que por supuesto todo lo hace en beneficio de la comunidad.

Hoy Ayamonte recuerda al padre Gutiérrez con un busto en la placita del Baluarte y que ilustra este artículo. Por cierto, pido a alguno de los jóvenes que frecuentan el lugar respeten ese busto que tanto representa para la historia reciente de Ayamonte, ellos saben por qué lo digo.

1 comentario

paguato y fino -

que rico era el queso que nos daban alli siempre lo refiero nunca se me ha olvidado.