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Mojarra Fina: El Blog de la Mojarra Fina Ayamontina

ANECDOTARIO AYAMONTINO. De cuando mi primo Manolo el Cepa, de forma inconsciente, mató a todos sus pájaros

ANECDOTARIO AYAMONTINO. De cuando mi primo Manolo el Cepa, de forma inconsciente, mató a todos sus pájaros

Corrían los años sesenta del pasado siglo cuando un nutrido grupo de amigos, después de "pelar la pava", nos veíamos en el bar la Cepa, regentado por mi primo Manolo, en el que permanecíamos hasta altas horas de la noche dándole al aguardiente. Teníamos la costumbre de dar bromas y bastante pesadas al Cepa, que aguantaba con estoicismo pues a la hora de la verdad lo que más contaba para él era "el cajón".

He dicho que le dábamos toda clase de bromas pesadas, menos una: con sus pájaros no aguataba ni mijita. "Pégame a mí, pero no me toques un pájaro", decìa repetitivamente. Aunque el Cepe las cojía bien cojías, aun con la gran tajá nunca se iba a casa sin  arreglar sus pájaros, los tenía alimentados y limpios como los chorros del oro.

Una de aquellas noches, sorpresivamente, vimos como el Cepa se daba de bofetadas con sus dos manos en ambas mejillas, fuertes, sonoras, al tiempo que gritaba diciendo: "yo, yo, yo, he sido yo, no ha sido nadie, he sido yo, yo, yo, criminal yo, criminal". Hubo que aguantarlo y poco menos que reducirlo. Pasados unos minutos y ya sereno, aunque dolorido, nos explicó lo que había ocurrido.

Resulta que los pájaros estaban en periodo de muda. No sé por qué, pero siempre he visto que cuando están en esa situación se cubre las jaulas con un paño oscuro para evitar que los pájaros reciban la luz. Aquel día el Cepa había observado que las cañas de las jaulas estaban llenas de pequeños insectos, como mosquitos diminutos, y ni corto ni perezoso, celoso por el bienestar de sus pájaros, fumigó intensamente todas las jaulas...y las tapó. Ya se pueden ustedes hacer una idea de lo que pasó. Aunque el insecticida en principio no era nocivo para los pájaros, se convirtió en veneno, pues al quedar las jaulas tapadas y no correr el aire ni entrar oxígeno de manera regular, terminaron afixiados o envenenados, o las dos cosas.

De vez en cuando se lo recuerdo y aun se siente dolido. Si ven a Santiago Puga pregúntenle de mi parte y verán que buena imitación hace del Cepa "castigándose por su delito".

2 comentarios

Trini Flores -

Mi admirado Ojito: en su momento publicaré la anécdota del hombre que se quedó encerrado en el cementerio, aunque ya hice una referencia cuando escribí las antiguas letras del carnaval. Le decían el Caquilla. Estate alerta.

ojito -

Querido trini,me encanta esta nueva seccion que has creado;Es bueno recordar y para otros como yo,conocer el pasado anecdotico de nuestro pueblo.Querria saber si es verdad,lo que tantas veces oi a mi abuela Amparo,de un hombre que se quedo encerrado en el cementerio de noche y que asusto a todo el pueblo...al lo mejor es una leyenda,pero entre todos los que colaboran y usted podrian aclararlo.GRACIAS.